jueves, 30 de octubre de 2008

¿Comprar la religión o ser elegido por ella?

Las circunstancias políticas, sociales y económicas han demostrado tener un poder decisivo en la conducta moral de la sociedad, y es evidente que la religión no ha escapado de ello.

Siglos atrás, cuando el ser humano se veía obligado a sobrevivir en medio de una naturaleza hostil y generosa a la vez, nunca renunció a la unión, al colectivo, al mantenimiento de las sociedades y al respeto a sus categorías y reglas establecidas, las cuales constituían el eje estratégico de su supervivencia.

La evolución y desarrollo del hombre hasta nuestros días, y particularmente desde el comienzo de las diferencias marcadas por el emolumento, han derivado en el fomento de aspectos negativos, como son la avaricia, el egocentrismo y la envidia.

Aunque la moneda y el comercio no hayan surgido con ese objetivo, podemos ver que en la actualidad es obvio que se han roto, y cuanto menos transgredido, aquellas reglas establecidas por nuestros antepasados.

¿De qué manera ha afectado todo esto a la religión de Ifá?

Bien advertidos hemos estado, cuando Òrúnmìlà nos alertó a través del odù Òdí Òyèkú que con el surgimiento del comercio también surgen las diferencias entre los seres humanos, y además en el odù Òsé Ìwòrì, donde Òrúnmìlà amonesta por la insensata actitud de sus adeptos al vender los secretos de Ifá, desvelando de esta forma el episodio sórdido de la iniciación inducida inescrupulosamente, con el objetivo de obtener beneficios económicos y violando el proceso natural propiciado por los Òrìsà y ancestros para la llegada del futuro iniciado a la misma, en muchos casos incluso sumidos por el desconocimiento, tanto por parte del que inicia como por parte del que va a ser iniciado. Así una vez más se abre un camino hacia un final caótico donde el único resultado visible ha de ser desamparo, decepción, frustración y desorientación para unos, mientras el oprobio y el desdoro para otros.

Todo esto ha dado como resultado el derrumbe de valores, sólo para dar paso a una acción exclusivamente lucrativa la cual no convence a nadie de que mantenga el equilibrio entre “acción y efecto” presentes en el día a día del ejercicio religioso, y sí por el contrario “terreno de cultivo” para la dispersión y la duda, que a su vez genera interrogantes precedidas de parciales e insuficientes respuestas.

¿A pesar de la contaminación de valores, nuestra religión continúa otorgando gracia y aprobación a aquellos sacerdotes que convierten las reglas de Ifá en principios deleznables?

¿El pago excepcional y sin el beneplácito de nuestros Òrìsà y ancestros otorga derecho alguno a aquellos que, muchas veces sin fe o cuando menos sin información, pretenden ser iniciados; o mérito alguno además a alcabaleros ocultos bajo el hábito religioso?

Meditemos al respecto y saquemos objetivas conclusiones que nos lleven a un mejor desempeño a nivel colectivo, y a la toma de conciencia con respecto a lo que se está tratando de convertir nuestra cultura, costumbre y religión: un medio de Mercantilismo y Comercio vulgar. Luchemos todos juntos y aportemos tanto de manera individual como fraternal, nuestros esfuerzos en aras de levantar el sucio, profano y vulgar velo con el que muchos falsos, orgullosos y vanidosos adeptos, pretenden cubrir u enmascarar nuestra creencia en Ifá y Òrìsà.

Ogbó ató!

Awo Fábíyìí Àkínsegún
Ìjo Àbómálè Ifá Òrìsà
Panamá

No hay comentarios: