jueves, 11 de diciembre de 2008

La alquimia de los colores en Ifá

En todas las tradiciones espirituales que conocemos hoy día sobre la tierra, la esencia es la misma. Ifála tradición espiritual de África Occidental—no podría ser la excepción. A la hora de entender el simbolismo de los tres colores (Negro, Blanco y Rojo), la enseñanza de Ifá equivale a la de la Alquimia Cristiana, Hebrea o Sufí, por sólo mencionar tres tradiciones espirituales bastantes conocidas. En todas es común el símbolo de la Piedra (Oyigiyigi Otá mi o) que cantamos para invocar la Piedra Primordial que somos todos.


A menudo solemos encontrar mucho malentendido con respecto a estos tres colores. Lo más básico de la representación del blanco y el negro es el correspondiente a la luz y las tinieblas, y por consiguiente el día y la noche, el sol y la luna, la expansión y la contracción: lo que en Yorùbá llamamos el Iré y el Ibi. Este par de opuestos es básico en la fundamentación de la dinámica de la naturaleza, de la energía, es decir, el àse.

El Negro, el Blanco y el Rojo representan el Nigredo, el Albedo y el Rubedo, las tres etapas fundamentales por las que atraviesa la Piedra Primordial que en esencia somos, en su transformación para alcanzar su más alto destino.

Cuando visualizamos los odù, o signos de Ifá, estos son formas o mandalas que en su código más común corresponden a una escritura binaria, pero en un nivel más profundo, se manifiestan como colores, energía. La tradición enseña:

Ogbè: blanco;

Òyèkú: negro;

Ìwòrì: negro–rojo; y

Òdí: blanco–negro,

por sólo mencionar los primeros cuatro signos. Estas combinaciones son el fundamento de la Alquimia de Ifá, y con base en esta enseñanza podemos exponer a nuestros estudiantes algunas ideas en torno a la Alquimia de los Tres Colores en Ifá.

El Nigredo, la negrura o la noche oscura es la primera etapa de transformación que vive un iniciado; es el primer paso que vivificamos en nuestra práctica espiritual. El ennegrecimiento sería ausencia de luz. La muerte iniciática o psicológica para después renacer.
Bàbá Edu es uno de los nombres fundamentales para invocar a Òrúnmìlà, el Maestro, el Sabio. Y significa Aquél que es Únicamente Negro. Este nombre alude a lo Negro como símbolo del estado de la No-manifestación, lo Inmortal.

También alude este nombre sagrado a los Ikines o semillas sagradas del Oráculo de Ifá, las cuales son negras. El maestro René Guenón explica de una manera muy contundente lo siguiente: “Este color presenta un doble simbolismo (...) En su sentido superior, el color negro simboliza esencialmente el estado principal de No-manifestación (...) Este último punto de vista es, naturalmente, el de los seres que, por una razón se sitúan simbólicamente en el centro mismo”, es decir, son sede del centro espiritual, son lo No–manifestado.

En el sentido inferior, el color negro simboliza la putrefacción, la descomposición y la muerte. De muchas formas, este simbolismo del Nigredo –la noche, el caos, las tinieblas– se manifiesta en las iniciaciones en Ifá, básicamente porque el iniciado muere en el mundo profano para renacer en el mundo sagrado.

El Albedo, la piedra que ha sido lavada y purificada, o blanqueada, luz íntegra que no se ha fragmentado en colores; representa la etapa blanca, es decir la purificación, el blanqueamiento de toda negatividad y la clarificación de los pensamientos, deseos y palabras que a diario nos acechan.

El Rubedo, el enrojecimiento, el cual representa la obra realizada, es la etapa que cierra todo proceso; es la más alta fase de un iniciado en Ifá: es la síntesis y la sabiduría, la maestría con que ejerce su conocimiento.

Acerca de Òrúnmìlà

Òrúnmìlà

Ifá ní ká s'opé o

Ká s'òpè, ká s'opé

D'Ifá fún Òrúnmìlà

Bàbá nlo dúpé oore àná

Kí ó ba lè gba ti èèmíràn

Ifá mo wá dúpé e t'èmi

Ti a bá se'ni l'óore

Opé là ndá

Ifá mo wá dúpé e t'èmi


"Dé gracias Dé gracias, dé gracias"

Adivinado para Òrúnmìlà

Bàbá [Òrúnmìlà] dio gracias por ' el favor' de ayer

(Bendiciones pasadas) para que él pudiera recibir más

Òrúnmìlà yo doy a mis gracias

Cuando uno es bendito

Uno debe dar gracias

Òrúnmìlà yo doy mis gracias (yo agradezco)"

De acuerdo a la creencia del pueblo Yorùbá a través de la enseñanzas de Ifá, Òrúnmìlà, cuyo verdadero nombre es Èlà, es la deidad de la sabiduría, el más sabio e influyente entre todos los Irúnmòle. Òrúnmìlà a su llegada a la tierra se estableció en una colina llamada Òkè Ìgètí (La colina de Ìgètí), la cual actualmente mantiene con ese nombre, y que luego de un tiempo se movió a otra colina llamada Òkè Ìtasè (La colina de Ìtasè), la cual también mantiene con ese nombre actualmente. Ambas colinas se encuentran en la mitad del pueblo de Ilé-Ifè, Nigeria. Uno de los muchos nombres de alabanza de Òrúnmìlà hace referencia a esto "Okùnrin kukuru, dúdú Òkè Ìgètí" (El pequeño hombre negro de la colina de Ìgètí).

Se cree que Òrúnmìlà vivió por 400 años y visitó muchos lugares, dejando el legado del sistema de adivinación de Ifá para la humanidad. Normalmente Òrúnmìlà e Ifá se usan intercambiablemente. Esto sin establecer que Òrúnmìlà fue la personalidad que trajo el Ifá al mundo, mientras que Ifá es el arte que él trajo de Olódùmarè para guardar y guiar a los seres humanos en la tierra. Ifá es simplemente las palabras directas de Olódùmarè traídas por Òrúnmìlà para el beneficio de la humanidad.

En la tradición Oral yorùbá no se encuentra ningún poema, verso, dicho o historia de Ifá que hable de un Irúnmòle u Òrìsà que haya sido una divinidad violadora sexual o asesina, ya que los Irúnmòle u Òrìsà representan un aspecto de Olódùmarè.

Según Ifá, lo que podemos ver, escuchar, entender y experimentar son las diversas manifestaciones de la deidad que descienden desde más allá de Osùmàrè (Espíritu del Arco Iris) dentro del reino de Ikòlè Ayé (Mundo).

Todos los Ègún (Espíritus Ancestrales), Ibora (Espíritus de la Protección), Òrìsà (Espíritus de Luz), Irúnmòle (Espíritus que Crearon la Tierra), Igbamòle (Espíritus que traen el Futuro) e Imolé (Espíritus Invisibles que sostienen la Creación) que aparecen en las escrituras de Ifá, son manifestaciones cognoscibles de Olódùmarè.

Las Fuerzas Espirituales que son a menudo descritas como "politeístas" representan aquellos aspectos de Olódùmarè que pueden ser captados por la conciencia humana. Ellas parecen seres separadas debido sólo a que Olódùmarè es demasiado vasto para ser percibido en su totalidad. Es como si Olódùmarè fuera una mano gigante, y todo lo que nosotros pudiéramos ver fueran los dedos. A partir del punto de vista Ifá, es el entendimiento de los dedos lo que nos daría un sentido de la forma de la mano.

Òrúnmìlà es la divinidad a la que Olódùmarè le entrego los 16 Odù, los 240 Omó Odù y le enseño el lenguaje esotérico de cada uno de los 256 ancestros.

En el mito de la creación, la roca eterna de la creación se llama Òyígíyigì Otá Àìkú (este es un nombre mitológico de Dios cuya traducción literal es "La poderosa e inmutable roca que nunca muere"). Esta roca se separó en cuatro calabazas de creación, estas cuatro calabazas actuaron recíprocamente entre si, para formar los dieciséis principios sagrados llamados Odù o los principios originales de creación.

Ifá es la enseñanza de estos 16 principios sagrados que crearon el Corpus de Ifá, ellos fueron 16 profetas celestiales que existieron cuando la tierra era muy joven, enviados a la tierra por el Consejo Celestial, impartieron su esencia divina y profetizaron. Los 16 Odù confiaron tanto en las experiencias de la vida celestial (Òrun), como en las de la vida terrenal (Ayé), para así relacionar y después elevar la conciencia de los seres humanos. Estos 16 ancianos se dieron a conocer a Òrúnmìlà y se dice que ahora son sus discípulos celestiales desde la eternidad cósmica intemporal. A los 16 Odù también se les conoce como Olódù, Ojú Odù o los 16 Méjì. Comúnmente Ojú Odù Mérìndínlógún.

Òdábò!

Fábíyìí Àkínsegún

Ìjo Ifá Ohùn Olódùmarè

Panamá


jueves, 4 de diciembre de 2008

Àború Àboyè Àbosíse!

NÍGÀTÍ ÀTI YAN MI, MO YAN ARÁ MI.
Después de que fui iniciado, me inicié a mí mismo.

Algunos veneradores de los Òrìsà tienen la noción errónea de que la iniciación en los Misterios de los Òrìsà eliminará todos los problemas de su vida, les dará el poder de trascender las dificultades y los hará inmunes a la tragedia. Todas estas nociones son inexactas. El propósito de la iniciación es dar al devoto una conciencia más profunda del ser y del Mundo. Esta conciencia se vuelve el cimiento para un proceso de solución de problemas que está basado en una visión completizadora de la interacción personal y ambiental. La iniciación establece una manera de ver, una manera de oír y una manera de ser. No remueve "mágicamente" las dificultades de la vida del iniciado.

El único modo en que el poder de la iniciación es sostenido es que el iniciado reafirme los principios de los Òrìsà tal como son experimentados durante el ritual de pasaje que da nacimiento a los sacerdotes y sacerdotisas de los Òrìsà. Este es y siempre será un proceso de trascender limitaciones. Cada nueva revelación, cada nueva comprensión, cada nueva experiencia lleva consigo potencial para la iluminación. Cada vez que expandimos nuestra conciencia, el viejo ser debe morir y volver a nacer en una nueva profundidad de sabiduría. Dejar ir al viejo ser, dejar ir las viejas ideas, dejar ir las viejas maneras de ver, puede ser una tarea difícil y dolorosa. La experiencia de dejar ir, en el contexto de la iniciación, da al iniciado una experiencia simbólica de los cambios internos y externos que ocurren cada vez que expandimos nuestra conciencia.

Los que están buscando un fin a las dificultades, al conflicto y a los desafíos están buscando el final de la vida, no las bendiciones de la vida. En la cosmología de Ifá, todas las formas de la abundancia llegan como consecuencia de la transformación.

Ódàbò!

Awo Fábíyìí Àkínsegún
Ilé Àbómalè Ifá Òrìsà
Ìjo Ifá Ohùn Olódùmarè
Panamá

jueves, 30 de octubre de 2008

¿Comprar la religión o ser elegido por ella?

Las circunstancias políticas, sociales y económicas han demostrado tener un poder decisivo en la conducta moral de la sociedad, y es evidente que la religión no ha escapado de ello.

Siglos atrás, cuando el ser humano se veía obligado a sobrevivir en medio de una naturaleza hostil y generosa a la vez, nunca renunció a la unión, al colectivo, al mantenimiento de las sociedades y al respeto a sus categorías y reglas establecidas, las cuales constituían el eje estratégico de su supervivencia.

La evolución y desarrollo del hombre hasta nuestros días, y particularmente desde el comienzo de las diferencias marcadas por el emolumento, han derivado en el fomento de aspectos negativos, como son la avaricia, el egocentrismo y la envidia.

Aunque la moneda y el comercio no hayan surgido con ese objetivo, podemos ver que en la actualidad es obvio que se han roto, y cuanto menos transgredido, aquellas reglas establecidas por nuestros antepasados.

¿De qué manera ha afectado todo esto a la religión de Ifá?

Bien advertidos hemos estado, cuando Òrúnmìlà nos alertó a través del odù Òdí Òyèkú que con el surgimiento del comercio también surgen las diferencias entre los seres humanos, y además en el odù Òsé Ìwòrì, donde Òrúnmìlà amonesta por la insensata actitud de sus adeptos al vender los secretos de Ifá, desvelando de esta forma el episodio sórdido de la iniciación inducida inescrupulosamente, con el objetivo de obtener beneficios económicos y violando el proceso natural propiciado por los Òrìsà y ancestros para la llegada del futuro iniciado a la misma, en muchos casos incluso sumidos por el desconocimiento, tanto por parte del que inicia como por parte del que va a ser iniciado. Así una vez más se abre un camino hacia un final caótico donde el único resultado visible ha de ser desamparo, decepción, frustración y desorientación para unos, mientras el oprobio y el desdoro para otros.

Todo esto ha dado como resultado el derrumbe de valores, sólo para dar paso a una acción exclusivamente lucrativa la cual no convence a nadie de que mantenga el equilibrio entre “acción y efecto” presentes en el día a día del ejercicio religioso, y sí por el contrario “terreno de cultivo” para la dispersión y la duda, que a su vez genera interrogantes precedidas de parciales e insuficientes respuestas.

¿A pesar de la contaminación de valores, nuestra religión continúa otorgando gracia y aprobación a aquellos sacerdotes que convierten las reglas de Ifá en principios deleznables?

¿El pago excepcional y sin el beneplácito de nuestros Òrìsà y ancestros otorga derecho alguno a aquellos que, muchas veces sin fe o cuando menos sin información, pretenden ser iniciados; o mérito alguno además a alcabaleros ocultos bajo el hábito religioso?

Meditemos al respecto y saquemos objetivas conclusiones que nos lleven a un mejor desempeño a nivel colectivo, y a la toma de conciencia con respecto a lo que se está tratando de convertir nuestra cultura, costumbre y religión: un medio de Mercantilismo y Comercio vulgar. Luchemos todos juntos y aportemos tanto de manera individual como fraternal, nuestros esfuerzos en aras de levantar el sucio, profano y vulgar velo con el que muchos falsos, orgullosos y vanidosos adeptos, pretenden cubrir u enmascarar nuestra creencia en Ifá y Òrìsà.

Ogbó ató!

Awo Fábíyìí Àkínsegún
Ìjo Àbómálè Ifá Òrìsà
Panamá

Concepto Yorùbá de la Enfermedad

A veces la enfermedad se llama incumplimiento,
fué el Ifá lanzado cuándo fueron por adivinación,
los hijos del Dios de la Viruela

Òyèkú Òwónrín.

La salud es el natural estado del hombre y la enfermedad es la ausencia total de la salud.
Así piensan muchos biólogos que se decían a la investigación de las ciencias médicas, es una de las tantas opiniones que hacen referencia a la enfermedad. En el tema de este capítulo trataremos ampliamente el concepto de la enfermedad dentro del culto yorùbá.
Dentro de la creencia popular vinculada a los cultos afrocubanos, la enfermedad se denomina de varias formas; se conoce como: àìsàn, àrùn, àròn à-rùn/ à-ròn/à-ró y otras veces como Ofún Àìkú. La más correcta dentro del lenguaje yorùbá es àrùn, la cual se deriva de las siguientes palabras: à = quien; rùn = extermina, o sea: quién extermina; de ello se deduce el carácter perjudicial y maligno que nuestros antepasados atribuían a la enfermedad.

Dentro del culto yorùbá no existe clasificación alguna para las tantas enfermedades conocidas, simplemente atribuían cualquier dolencia presentada a la violación de ciertas normas establecidas e impuestas por la escuela familiar. Algunas veces se pensaba que el origen de las dolencias era producto de la hechicería elaborada por un brujo o un mal intencionado, otras veces se atribuía a la cólera de los dioses que se violentaban por no recibir la correcta veneración. Por regla general, la causa de la dolencia se buscaba fuera del mundo empírico, no obstante, algunos mitos y leyendas yorùbá encierran un profundo concepto filosófico de la enfermedad, implícitos en el lenguaje metafórico, que no difiere mucho de la opinión de los científicos en la actualidad.

En muchos otros casos los yorùbá, personifican la enfermedad como una deidad femenina y esposa de la Muerte. Muchas leyendas relatan como ella es capaz de vivir en el interior de elementos naturales.

Los yorùbá consideran que todos los objetos naturales están animados por espíritus o duendes, los cuales le proporcionan vida y lo interrelacionan con los seres humanos, conjuntamente con éstos duendes puede residir "la espiritualidad de la enfermedad", llegándose a adaptar a las características del objeto, éstos pasarán a un elemento, objeto afín. Los trastornos en la ecología por la desaparición de elementos, especies, etc, conlleva a manifestaciones casi epidémicas en grandes extensiones pobladas. Ese duende-enfermedad se considera como tal "externándose" en un objeto natural afín por correspondencia simpatética.

Todo lo que existe en el universo yorùbá, como se explican en la cosmología yorùbá, posee energía en equilibrio. Una descompensación de ésta genera desequilibrio y el sistema se altera, de ahí que el hombre, en se caso, sea vulnerable al embate de cualquier tipo de dolencia.

Estas energías pueden emanar de los ríos, lagos, mares, montañas, etc. Existe una hipótesis de que algunas formas geométricas sirven como antenas receptoras de energías específicas, el elemento formado por una adecuada geometría, se relaciona con un área concreta del cuerpo humano. Trabajando por simpatía, uno actúa sobre el otro. Cada ser humano se encuentra vibrando por simpatía con cada una de éstas energías, si ocurre una ruptura con algunas de ellas, el cuerpo se descompensa y aparece la dolencia.

La hipótesis de la existencia de períodos "críticos" y "favorables" en la vida humana es un hecho en los cultos yorùbá, por tanto, cada persona debería reflexionar sobre su modo de vida, o hacerse un calendario personal para saber, en cualquier instante, cuál es el día que le conviene protegerse de fuertes emociones. Ello, además, ayudará a elaborar una costumbre muy provechosa para la salud.

Algunas investigaciones científicas realizadas en el campo de la cronobiología actual han demostrado que en la primera mitad del día el hígado segrega gran cantidad de bilis, acumula grasas y cede agua. Por la noche todos estos procesos se desarrollan en sentido inverso. Se pudiera pensar, según los conceptos yorùbá, que el hígado en los seres humanos estuvo influido por la energía que parte de las costas y océanos.

Compárese el ritmo biológico del hígado y la influencia de los vientos alisios y contra alisios que influyen sobre las costas y la tierra.
Las investigaciones también demostraron que la sangre contiene mayor cantidad de glucosa a las nueve de la mañana y menor a las seis de la tarde. Los riñones acusan mayor actividad al comienzo de la noche y por la mañana temprano, son menos activos.
Actualmente, el hombre se ha descubierto más de cien sistemas fisiológicos que funcionan ateniéndose a las leyes de periodicidad. La capacidad de trabajo del miocardio durante las veinticuatro horas es distinta: dos veces diariamente - cerca de la una de la tarde y cerca de las nueve de la noche - disminuye hasta el mínimo. Por ejemplo, en la primavera los procesos metabólicos en el organismo son más activos que en los meses de otoño e invierno. En las distintas estaciones del año cambia la composición de la sangre: en invierno y primavera la sangre contiene mayor cantidad de hemoglobina, mientras que en verano su contenido disminuye hasta el valor mínimo.

En invierno también es más alta la presión sanguínea. Muchísimas cosas dependen de los fenómenos atmosféricos, ya que el estado del organismo cambia en correspondencia con las estaciones del año.

Todo lo antes dicho justifica, de cierto modo, el concepto yorùbá de la formación de los seres humanos a partir de la influencia de las energías que emanan de la naturaleza. Por ello, no se clasifica con nombres ningún tipo de enfermedad, sino que su creencia se basa en el desequilibrio producido entre los seres humanos y el Universo que lo rodea.
A continuación relataré una de las tantas leyendas que hacen referencia al concepto yorùbá de la enfermedad y posteriormente analizaremos el mensaje filosófico que está presente en su metáfora y lenguaje cifrado:

Al comienzo del mundo, cuando todos los seres humanos gozaban de perfecta salud, cuando nadie moría y no se experimentaba el dolor por la pérdida de los allegados, sucedió que en un pueblo llamado Iré llegaron dos personajes siniestros y tomaron por la fuerza el gobierno de aquel lugar. Estos personajes eran Ògún (Dios de los metales) e Ikú (La Muerte).

Con el carácter temerario de Ògún y la apariencia espantosa de Ikú lograron someter al pueblo a la sumisión total. Ògún gustaba de la bebida en exceso, obligaba a todos los pobladores a que le proporcionaran vino de palma en grandes cantidades. Esta actitud de Ògún, muchas veces molestaba a su compañero Ikú, puesto que cuando Ògún tomaba en exceso se quedaba dormido y descuidaba un tanto el gobierno de aquel lugar, pero además, se ponía furioso si lo trataban de despertar.

Esta situación trajo en ciertos momentos disgustos entre ambos, ya que Ògún hacía caso omiso a los consejos de Ikú. Un día, el consejo de ancianos de aquel pueblo convocó un concilio para buscar una solución y poner fin a tantos abusos de que eran víctimas, después de tantos debates no pudieron llegar a conclusión alguna, una de las causas es que no poseían armas para enfrentar a los usurpadores.

A la sazón, aparecieron allí en medio del debate un grupo de muchachos inmiscuyéndose en la conversación de los mayores, expresando que ellos tenían la forma de vencer al gobierno de Ògún y de Ikú, sin necesidad de utilizar la fuerza. Los ancianos reunidos dudaron por un instante de la decisión tomada por aquellos intrusos mocosos, pero tanta fue la insistencia de ellos, que los mayores se vieron obligados a probar suerte, puesto que ellos no habían decidido nada al respecto.

Por tanto, decidieron correr el riesgo y dejaron a los muchachos la difícil tarea. Los muchachos pidieron bastante comida y bastante bebida y rápidamente convocaron una fiesta en el centro del pueblo, pero con la condición de que ninguna persona mayor de la comunidad participara del evento. Cuando Ògún se enteró del propósito de los muchachos, se dirigió a aquel lugar ya que los menores no significaban ningún peligro para él y pro tanto no era objeto de sospecha.

Los muchachos al ver a Ògún lo trataron con gran delicadeza y le invitaron a participara en la fiesta. Después de muchos cantos, bailes y comidas, los muchachos gentilmente daban mucha bebida a Ògún de todos los tipos, al punto que lo emborracharon totalmente. Al poco tiempo Ikú, notando la ausencia de Ògún, salió a buscarlo por todo el pueblo y allí, en aquel lugar, se lo encontró tirado en tierra totalmente ebrio, esto provocó un gran enojo para Ikú y temiendo que los pobladores, aprovechándose de la debilidad de Ògún pudieran vencerlo, comenzó a darle tirones para despertarlo, esto, por supuesto, provocó que Ògún se pusiera furioso y ciego de violencia sacó de su funda su machete y sin percatarse que la muerte era la que tenía a su lado, de un tajazo arrancó su brazo derecho. Ikú temeroso y presa de un terrible dolor, salió corriendo por todo el pueblo en busca de un refugio seguro. Se dice que nunca más fue vista por seres humanos.

En su loca carrera fue dejando a su paso una estela de sangre. Cuenta la leyenda que todos aquellos curiosos que salieron a contemplar el espectáculo y descuidadamente pisaron la sangre se enfermaron, los primeros curiosos y llenos de asombro fueron los propios muchachos. Se dice que después de éste hecho fue se conoció en el mundo la enfermedad.

De ésta leyenda nace el carácter prohibitorio para los devotos del culto de pisar sangre y además explica el por qué son los muchachos los primeros que enferman en caso de epidemias.

Analizando la leyenda, haciendo un amplio bosquejo de ésta entraremos a analizar el sentido filosófico de cada uno de los hechos ocurridos y que sirvan para dar más detalles del concepto yorùbá de la enfermedad.

Ògún e Ikú representan dos divinidades muy importantes dentro de los rituales que se realizan dentro del culto. Se cree que Ògún fue la primera divinidad que vino a la tierra, abriendo paso para el posterior arribo de las demás divinidades. Ikú por su parte fue la última que arribó a la tierra. Cuentan algunas leyendas que después que el Creador encomendó a Obàtálá la creación de los seres humanos éste último cedió paso a Ògún y a su vez le encomendó dar forma a cada una de sus creaciones.
Ògún entonces, se convirtió en el modelador de Obàtálá. También se cuenta que el propio Olódùmarè encomendó a Ikú privar la vida a todas aquellas personas que Òrúnmìlà seleccionara a través de Ifá para así mantener el equilibrio en el mundo (ecosistema).

Esta leyenda nos inclina pensar que entre Ògún, Ikú y el proceso metabólico del organismo humano, existe una estrecha relación, y quizás, sea éste el mensaje criptográfico de la leyenda.

El metabolismo es una propiedad vital y fundamental del organismo. Con el cese del metabolismo llega la muerte. El metabolismo incluye dos procesos relacionados recíprocamente: la asimilación de las sustancias que entran en el organismo y la desasimilación de éstas. En el proceso de asimilación se forman sustancias orgánicas complejas que entran en la composición de las células y las estructuras intercelulares del organismo. En el proceso de desasimilación tiene lugar la desintegración de las sustancias orgánicas complejas y su transformación en las más simples. Con eso se desprende la energía necesaria para la actividad vital del organismo.

Los productos finales del metabolismo que no pueden ser sometidos en el organismo a transformaciones posteriores, se eliminan a través de los órganos de excreción. Los dos procesos relacionados recíprocamente se denominan anabolismo y catabolismo.

Podemos decir que Ògún representa el anabolismo por su condición de modelador en la creación, mientras que Ikú representaría el catabolismo ya que elimina la materia viva y la transforma en otro estado.

Como ya se sabe, quién cumple con las leyes naturales no puede enfermarse, cuando se contravienen algunas de sus leyes, resulta una condición anormal y se manifiestan ciertos síntomas que por su generalidad le llaman enfermedad. Es conocido por la ciencia médica, que un desequilibrio entre los dos procesos metabólicos del organismo traería por consecuencia el arribo de enfermedades. En todas las personas ese equilibrio no es el mismo, depende de la vibración (original que influyó en su formación biológica), depende también de la influencia de Inalo e Isoki y en que proporción se encuentran en el organismo de la persona. También la ciencia expresa que en diferentes personas no es igual la intensidad del metabolismo y depende de la edad del hombre, carácter de su trabajo, condiciones de vida y otros factores.

En la leyenda también se hace mención a la gran ingestión de alimentos y bebidas, las cuales fueron causas del desequilibrio entre Ògún e Ikú. En las enfermedades tienen lugar distintas alteraciones metabólicas, a veces, éstas constituyen los signos principales de la enfermedad, como por ejemplo "la gota", en la cual está aumentado el contenido de ácido úrico en la sangre y tiene lugar la sedimentación de sales de éste ácido en las articulaciones, tendones y cartílagos.

Una de las partes más importantes de la leyenda es donde se hace referencia a la metáfora de la sangre y dice así: "todos aquellos curiosos que salieron a contemplar el espectáculo y descuidadamente pisaron la sangre se enfermaron". Durante mucho tiempo la sangre se consideró dotada de poderes divinos y además como reconstituyentes orgánicos. Era habitual, en reyes y guerreros de la antigüedad, beber sangre de anímales que poseyeran una gran fuerza corporal, fueran temerarios y de gran fiereza, para de ésta forma incorporarse semejantes virtudes. Se creía que la sangre era la portadora de la vida material y espiritual de todos los seres vivientes. Era un tabú (prohibición), tomar sangre de animales enfermos, así como sacrificarlos a los dioses.

Se consideraba también que la enfermedad residía en la sangre y era transmitida por ésta. Hasta nuestros días dentro del culto se mantiene dicha creencia. Algunos científicos consideran que los cambios en la composición de la sangre evidencian el comienzo de una enfermedad. El filósofo francés Claude Bernard denominó a la sangre "espejo del organismo".

Los yorùbá no hablan de la enfermedad como si fuera una entidad con carácter, disposición y cualidades afectivas, tal como si fuera un anima dañino, sino como una espiritualidad, la cual no tiene existencia propia a pesar de que algunas leyendas hacen referencias a la enfermedad (Àrùn) como la esposa de Ikú (la Muerte). El sentido metafórico la considera como una condición anormal que brota de la propia muerte después de violarse algunas de las leyes establecidas por la naturaleza, pero además esta condición pasa a toda aquella persona que tenga contacto directo con ella. Lo que indicaría que todo el que violase esas leyes, sería víctima de las dolencias que provoca el arribo de la enfermedad. Además, esta condición anormal totalmente espiritual se cree que resida dentro del cuerpo y solamente la descompensación de éste conllevaría a la materialización de ciertas anomalías inherentes a dicha condición.

Los yorùbá también creen que los animales y plantas albergan en su seno la espiritualidad de determinadas dolencias que se manifestarán en sus semejantes e incluso en los seres humanos en caso de ser sacrificados sin tomar las medidas litúrgicas pertinentes. Entre un ser humano, un animal y una planta específica existen ciertos enlaces bioenergéticos por simpatía y los primeros son los que estarían propensos a adquirir las dolencias que se ocultan en éstos seres inferiores. Todos los seres humanos han heredado, además de sus lejanos antepasados, de los animales y las plantas que vivían en los ríos, mares, bosques, etc, el ritmo de los procesos fisiológicos, lo que hace que la calamidad de los unos repercuta en los otros.

Muchas personas y hombres de ciencia opinan que la enfermedad conocida como "peste" no solamente es transmitida por las ratas, sino que reside con ella dicha enfermedad. Si se extinguieran todas las ratas de la faz de la tierra sobrevendría dicha enfermedad a los seres humanos pero, mayor aún, a toda aquella persona que tuviera una afinidad energética con ese roedor. De esto se deduce la importancia de conocer que odù rige a cada persona y de ésta forma se conocen las enfermedades que una persona en particular tendrá, por tendencia, al animal de su sigo u odù Ifá, a padecer.

La destrucción de la ecología acarrearía la exteriorización de ciertas enfermedades desconocidas para el hombre, así como se deduce del texto legendario.
Hipócrates, médico de la antigüedad, habló del vínculo inexplicable y enigmático entre muchas enfermedades y los cataclismos de la naturaleza. En su Historia Romana, el famoso historiador alemán B. Niebuhr escribía: "las más horripilantes convulsiones de la naturaleza se acompañaban con frecuencia y coincidían en tiempo con distintas epidemias y otras catástrofes".

Por todos éstos motivos, los yorùbá consideran la enfermedad como una descompensación entre los seres humanos y las leyes naturales que le dieron oriente. El intento de la naturaleza es expulsar la anormal condición y restablecer la salud.
Por tanto, a veces la enfermedad se llama incumplimiento.

Àború, Àboyè, Àbosíse.

Awo Fábíyìí Àkínsegún
Ìjo Àbòmálè Ifá Òrìsà
Panamá

Concepto Yorùbá de la Enfermedad

domingo, 10 de agosto de 2008

Ser Baba Ifa.(Maestro de Ifa) Para mis Maestros de Ifá

Tema escrito y dirigodo por mi Bàbá Fálerí Odùbèlà

Hay una Realidad, un manifiesto sobre la pocision de un Baba dentro de los latino Americanos creyente de la practica Yoruba Ancestral.
Sin temor, sin enemistad, el Eterno, El no Nacido, Autoexistente, completo en si, A través de la gracia de Ifa.
En Nigeria, un babaláwo, debe estudiar durante años, para poder ser iniciado. Por tradición, en Nigeria la Yoruba Ancestral, no se inicia a nadie, a menos que haya estudiado y demuestre que tiene capacidad y conocimiento suficiente para ser merecedor de Ifá. Lo que forma a un babaláwo, es el conocimiento Odù, esto es, los versos de Ifá, el conocimiento de las hierbas y hojas, como hacer un sacrificio. Pero de quien debe ser esa mision es de un Baba Ifa. En Nigeria, se hace por pasos, y el último paso se llama wogbò Ifá, que significa “entrar al bosque de Ifá”.
La verdadera riqueza y el más grande regalo de Dios es el Hombre, la persona que, habiéndose realizado a sí misma, está establecida en su divinidad. Así como lo semejante atrae a lo semejante, el ser humano, por necesidad, debe tener a un hombre como instructor (Baba) pues nadie más puede enseñarle.
Los Yorubas no creen en la evangelización o el proselitismo de la practica Yoruba. pero el deber de un Baba es plasmar esa cultura rica de historias, vivencias. Cuando la gente ve al Baba viviendo como un ser humano común, comiendo, bebiendo, etc., se vuelve descuida en lo que piensa y con el respeto que debe tenerle. Nosostros deberíamos recordar siempre que la vida de un Baba es dos en una. Él también sufre con las tristezas de otros, y en ocasiones, también derrama lágrimas de compasión. Pero como un verdadero ser, Él guía a las almas hacia lo interno y hacia arriba utilizando el mejor instrumento que es la sabiduria de Ifa y su conocimientos sobre la vida.
Los alumnos (Awo's) se sentaran junto al babaláwo (Baba), cuando éste registre a los demás, asi aprendera parte de su instruccion. Cuando el Baba cree que el alumno ha visto suficiente, entonces, le enseña a manejar el Òpèlè. Entonces se les empezarán a enseñar los rezos (Versos de Ifa) uno a uno, esto es lo que lleva más tiempo. Si son varios estudiantes, se les pone en línea y se les enseñan rezos que deberán contestar a su Baba Ifa. Ellos aprenden viendo y estudiando. La mayor parte del tiempo, aprenden viendo e imitando. Esto toma hasta tres o cuatros años, antes de que el Baba Ifa considere que el alumno sabe bien el Odù.

Es claro la funcion de un Baba Ifa, pero tambien es parte de un alumno de querer ser isntruido.
Aquellos desafortunados que le consideran a un baba Ifa simplemente un hombre, permanecen en el nivel de la ignorancia y pierden la oportunidad dorada.

Ogbó Ató.
_________________
Oluwo Ogboni Faleri Fálérè Odubela

martes, 29 de julio de 2008

¿Qué opina la cultura yorùbá sobre la homosexualidad?

Antes de tocar este tema tan controversial, quiero aclarar que su servidor no pretende ofender a las personas homosexuales, sin embargo, tengo la obligación de sacar a relucir el punto de vista de los Yorùbá. Debemos recordar que tradicionalmente jamás existió ningún homosexual entre los Òrìsà en la cultura Yorùbá de África. Las relaciones y matrimonios no eran basados en el físico o el placer sexual, sino en el mejor interés para la comunidad, el consentimiento mutuo del linaje, la perpetuación en la tierra y en el cielo del linaje a través de los frutos (hijos). Los seres humanos estamos totalmente conscientes que las relaciones homosexuales no

producen ninguna descendencia, y para los Yorùbá el linaje es el punto más significativo del matrimonio. Si el matrimonio es espiritual o por razones políticas, la homosexualidad no debe existir en la cultura Yorùbá dónde el amor no es una emoción y donde el sexo o sentimientos no son la motivación principal para una relación.

Los sacerdotes deben ser una guía para su pueblo y su comunidad. Deben ser buenos consejeros, dar el buen ejemplo y sobre todo profesar la sabiduría de los ancestros y de las divinidades. Los homosexuales son aceptados únicamente como creyentes, pero es claro destacar que la Orí (la cabeza) de un homosexual no es lo más correcto para un sacerdocio puesto que él mismo eligió un cuerpo que no es el del sexo que le corresponde.

Toda sociedad tiene parámetros de conducta y los parámetros de conducta en la sociedad Yorùbá están proporcionados por la naturaleza.

La filosofía Yorùbá se basa en la naturaleza, y en la naturaleza sin excepción alguna se une lo masculino con lo femenino para procrear, dar vida, dar continuidad y por ende la homosexualidad para ellos es la violación de esta filosofía. Los homosexuales son indiscutiblemente seres humanos como cualquier otro, no obstante para los Yorùbá son personas que tienen cierto desperfecto en su conciencia y son visualizados como personas enfermas.

Los Yorùbá descendientes de América nos hemos percatado del potencial en cuanto al espiritismo y al sacerdocio se refiere de las personas con tendencias homosexuales. Las personas que integramos en algún momento alguna cultura afro americana los reconocemos como excelentes espiritistas y sumamente acertados al transmitir los consejos de los ancestros, sin embargo en África la ideología es diferente y no es bien visto que ejerzan el sacerdocio. Con esto quiero decir que los homosexuales pueden ser adoradores de las divinidades, pero no deben ser iniciados en las ceremonias sagradas que conducen al ejercicio sacerdotal.

Adódìí: Comúnmente es el adjetivo calificativo que se utiliza para referirse a un hombre con tendencias homosexuales.

Bien sea la persona homosexual o heterosexual una vez que está en la religión Ifá-Òrìsà, todos somos hermanos y hermanas. Todos nacimos heterosexuales para motivos reproductivos y muchas otras razones, pero el mundo continúa cambiando. Aquellos que son homosexuales tienen sus propias razones así como el derecho se serlo tanto como se les apoye constitucionalmente en sus países. Pero Ifá tiene su posición como se puede observar en la revista Elerii-ipin, el cual es el periódico oficial del Consejo de la Religión de Ifá y la posición del Presidente del Consejo, el profesor Idowu Odeyemi dada en la última conferencia FITA en Venezuela hace varios meses atrás:


La posición de Ifá en la Homosexualidad y el Lesbianismo. Escrito por Solagbade Popoola.

Un proverbio Yoruba dice:
A Kii Gbeja Eewo, Eewo Lo Ngbeja Araa Re.
Uno no necesita pelear por un tabú, el tabú peleará por el mismo.


Mucho se ha dicho y se ha escrito acerca de la posición de de los amantes del mismo género en la religión de Ifá. Algunos dicen que Ifá no tienen opinión en esta práctica, otros dicen que Ifá está en contra, mientras que otros más dicen categóricamente que Ifá apoya esta práctica.

Para evitar las dudas, recitaremos tres estrofas de Ifá para poner la posición de Ifá clara en este rematan controversial. La primera será toma de Odù Òfún Alaaye (Òfún Ìrètè), donde Ifá dice:


Epo Se E Je'su
Isu Se E J'epo
Akaso Dun-Un G'aka
Obinrin Se E Ba Sun J'okunrin Lo
Okunrin Se E Sun Ti J'obinrin Lo
B'okunrin Ba N B'okunrin Sun
Bii Koko, Bii Oowo
Bi Iku Bi Agbaarin
B'obinrin Ba N B'obinrin Sun
Bi Epete Bi Oorun
Bi Erofo Bi Eeri
B'okunrin Ba N B'obinrin Sun
B'obinrin Ba Nsun T'okunrin
Bi Enf'ola Yun'pun
Bi Enf'ola Yun'ra
Igi Ogun-O-Rete Lo Ro Gangan-Olele
Dia Fun Apon-Ako
Ti Nlo Ree Fi Olele Omo Olofa Saya
Apon p'Olele O Je O
Ko Ju Ohun Ti'fa N Se Lo O
Apon p'Olele O Je O
Ko Ju Ohun t'Ebora N Se Lo O


Traducción:
El aceite de palma es bueno para acompañar al ñame para consumirlo,
Y el ñame es bueno como complemento para comer el aceite de palma,
La escalera es buena para subir la viga,
Una mujer es mejor para hacer el amor con un hombre que otro hombre,
Un hombre es mejor para dormir con una mujer que otra mujer,
Si un hombre duerme con un hombre,
Resultará en moretones, agua hirviendo y dientes,
Si una mujer le hace el amor a otra mujer,
Resultará dolor, mal olor, sucio e irritación,
Si un hombre le hace el amor a una mujer,
Y una mujer duerme con un hombre,
El resultado es sentirse en la cúspide del mundo,
La sensación es como tener disfrute ilimitado e indescriptible,
El órgano de Òfún Ìrètè es fuerte y ampuloso,
Esto fue lo que Ifá dijo a un soltero,
Cuando iba a casarse con Olele la primavera de Olofa,
El soltero llamó a Olele pero ella dijo que no,
El problema no es más de lo que puede resolver.



En este Odù Ifá resalta tres puntos:
• Es mejor para un hombre hacer el amor con una mujer y viceversa, se disfruta más.
• Las relaciones sexuales con personas del mismo género sólo pueden conducir a enfermedades y frustraciones.
• Es la única forma en que se conciba a un hijo.

También significa que Olódùmarè, que su discurso es Ifá, deliberadamente hizo las relaciones sexuales heterosexuales placenteras para así quitar las inhibiciones del camino para hacer bebés. El plan de Olódùmarè es que los humanos nos reproduzcamos en este mundo. Las relaciones del mismo sexo inhiben la multiplicación de la raza humana.

Mucho se explica en una estrofa de Ìwòri Wodin (Ìwòri Òdí), Ifá tiene esto que decir:


Ìwòri Wodi O Sebi Nkan Rere Loun Nse
Awo Rere n'Iwori Tonwodi Na?
Dia Fun Panla Apo
Ti Ko Roko Fe
Ti Yoo Maa Febinrin Egbe E Re
Ebo Ni Won Ni Ko Wa Se
Obinrin Ti Nfebinrin Egbe E Re
Eyin O Mo Pe O Nloo Woku Idi Ni?


Traducción:
Ìwòri tomo una mirada de admiración a los genitales y consideró que era una práctica apropiada.
¿Considera a Ìwòri que mira a los genitales como un buen Awo?
Esta fue la declaración de Ifá a Panla-Apo,
Que falló en asegurar un esposo para casarse
Pero decidió estar enamorada de una mujer,
Se le aconsejó hacer Ebó.
Una mujer que hace el amor a otra mujer,
¿No creen que esta buscando una vida de inutilidad genital?


En este Odù Ifá dice:

• Una persona que vea con fascinación a otra persona del mismo sexo nunca puede ser considerada un buen Awo. Y para tal persona ver los genitales de otra persona del mismo sexo es peor.
• Involucrarse en relaciones sexuales con el mismo sexo es un ejercicio de fatalidad.

La implicación de esto es que cualquier persona que practique la homosexualidad, si es Ìyánífá, Ìyálórìsá, Bàbálawo o Babalórìsá no se considera una persona decente o buena o practicante. ¿Por qué una persona que cree profundamente en Olódùmarè y las divinidades se compromete en un ejercicio de fatalidad?

Todos somos seguidores de las divinidades. Estamos en una posición que es considerablemente envidiable para otros, con esa posición vienen una gran responsabilidad. Seguimos los pasos de las divinidades. Si esto es verdad, y estoy muy seguro que lo es, ¿quién de las divinidades tuvo relaciones sexuales con personas del mismo sexo cuando estaban en la tierra? ¿Qué parte de las vidas amorosas estamos emulando? ¿Qué sugirió las relaciones del mismo sexo? ¡Ninguna!

En otra estrofa de Ìwòri Wodin, Ifá dice:

Bayii Laa Selu Ilu I Ba Dun
Dia Fun Won Niluu Ìwòri -Wodin
Nibi Won Ni Ki Won Le Omo-Osu Ilee Won Jade
Eyi To Loko Tan
Ti Yoo Maa Ledi Mo Obinrin Egbe E Re
Ebo Ni Won Ni Ko Waa Se
Nje To Ba Se Bayii Laa Selu
Ilu I Ba Dun Na?


Traducción:
Si esta es la manera en que administramos la comunidad,
La comunidad habría estado muy deseosa de vivir ahí,
Este fue el mensaje de Ifá para los ciudadanos de Ìwòri Wodi,
Los cuales fueron aconsejados por Ifá deshacerse del Omo-Osu,
Aquellos, que después e haberse casado una vez,
Elijen eyacular con una mujer,
Fueron aconsejados hacer Ebó,
Si esta es la forma en que administramos la comunidad
¿Habría estado la comunidad tan deseosa de vivir ahí?


En este Odù, Ifá explica el significado de Omo-Osu (Ilemosu) una mujer que ha estado una vez casada, pero debido a diversas razones (divorcio, muerte del esposo, separación, etc) regresa a la casa de sus padres a vivir. Cuando regresa a la casa de sus padres a vivir, ella prometió nunca tener nada que ver con un hombre otra vez, pero preferiría escoger a una mujer para amar y hacer el amor.

• Algunas personas fueron una vez heterosexuales y debido a relaciones fallidas decidieron convertirse en homosexuales.
• Tales personas deberían irse a las casa de sus padres porque ellos estaban practicando una inmoralidad y el rompimiento de un tabú.
• El soportar tales actos solo puede dirigirnos al caos.

Está es la razón por la cual cuando este Odù se releve es una consulta de Ifá al cliente se le aconseja que cualquier acto inmoral o no sagrado practicado por un Omo-Osu en su casa debe ser detenido de inmediato ya que puede causar problemas.

Algunos amantes del mismo sexo claman que los heterosexuales, homosexuales y bisexuales adoran al mismo Olódùmarè. Yo difiero. El servidor y adorador de Olódùmarè en su verdadero sentido debe emular las prácticas de las divinidades. ¿A cual divinidad están imitando? Si no hay ninguna todos los Homosexuales están solos. Simplemente los homosexuales y lesbianas no tienen ningún lugar ni posición en la religión de Ifá.

Algunos homosexuales dicen que sus Olúwos les han dicho que Ifá es silente en el asunto. Sería aconsejable que nos dejaran saber los nombres e esos Olúwos que han dicho eso. Realmente lo dudo que haya un Babaláwo que clame estas afirmaciones, y si lo hay, usamos este medio para prevenirles que nunca manifiesten consideraciones extrañas otras que las de Ifá, no engañen a más gente dándoles falsas esperanzas.
¡Los homosexuales no tienen posición en el Ifá tradicional! ¡Punto!.

Àború Àboyè
Solagbade Popoola.

Cuatro Principios básicos para un buen Comienzo


Saludos a todos los foristas, hermanos y hermanas que participan de forma activa en el foro y siempre exponiendo ideas y conceptos valiosos, siempre dignos de profundo analisis y conocimientos.

En esta ocasión quiero compartir con ustedes un poco de esa luz que me irradia diariamente, un poco de conocimiento que a medida que voy descubriendo se hace mas vital en mi, un poco de esa sabiduría aprendida de mis mayores y hermanos y que dia a dia trato de hacer una parte natural de mi sentir, pensar y actuar.

“Àse dowó Bàbá”
El poder está en las manos del Creador

Este primer principio nos enseña que ante todo debemos ser humildes en todo lo que expresamos, ya sea por medio del pensamiento, la palabra o la acción.
No existe en la creación una persona o criatura viviente que sea poseedora del poder absoluto sobre todas las cosas y situaciones como lo es Olódùmarè, bendito sea!

Si pensamos un poco sobre esta declaración, no hay cosa alguna que pueda ser llevada a cabo bajo nuestra propia cuenta sin antes contar con la asistencia o aprobación de algún otro o alguna entidad superior concebida dentro de nuestra propia razón, lo que nos muestra el nivel de dependencia que poseemos unos de otros para poder vivir y sobre-vivir día a día en alienación con nuestro Ìpín (destino).

El simple hecho de “Vivir” filosóficamente hablando denota “dependencia” por nuestra parte, pues:
• dependemos del aire para poder respirar y oxigenar nuestro cuerpo,
• dependemos de la naturaleza, la cual nos provee de alimentos y los medios materiales de subsistencia, entre otros.

En fin, dependemos materialmente de muchas cosas, pero mas aún de ese Ser Supremo, el cual todo lo creó (naturaleza, animales, aire, etc.) y que en su Santa y Divina Misericordia hacia su creación formó a los Òrìsà y al Hombre, ese Ser Supremo es Olódùmarè, el poseedor del Àse (fuerza vital) y quien lo reparte en justa medida entre los Òrìsà y los hombres.


“Súúru ni Bàbá Ìwà”

La Paciencia es el Padre del Carácter

Este segundo principio nos enseña el arte de la Paciencia, pensar detenidamente y objetivamente antes de decir o emitir algo u emprender una acción.

“Antes de pensar o actuar debemos meditar las consecuencias posteriores que tendrán nuestras palabras u acciones sobre nosotros mismos o el entorno que nos rodea, pues cada palabra y acción posee elementos superiores que actúan ya sea en beneficio o en contra de nosotros o sobre los demás.”

Según esta declaración pareciera que este principio se refiere más a meditación y Contemplación de nuestros actos y palabras, y no realmente a lo que la Paciencia se refiere etimológicamente como la virtud que consiste en tener calma y tranquilidad para las cosas que no llegan rápidamente, por así decirlo, más aclaro y declaro antes ustedes que la Paciencia es la virtud de aprender y entender con calma y tranquilidad los principios básicos que hacen mover el mundo, las relaciones humanas, místicas y demás.

En verdad la paciencia es una virtud muy difícil y más sobre en estos días de nuestra sociedad, la cual muchos catalogan como una sociedad de “Microondas” o sea que quiere y se inclina por todo lo inmediato y pone de lado o renuncia a lo que le causa un poco de demora y detenimiento.

En las palabras de mi Bàbá Ifá, Awo Fá’léri Áwódí Òkè del Templo Ilé Odùdúwà gbé Ágbáiyé.:

“Es importante que en relación a este tema, suprimamos esa necesidad que hay dentro de nosotros de darle una preexistencia vital a las preocupaciones e intereses materiales, que suprimamos nuestra visión del mundo actual, No importa que tanto sacrificio hallamos realizado, no importa que tanta medicina para protegernos hallamos hecho, lo que sea que vaya a suceder sucederá de todas maneras y no debemos sentirnos deprimidos o sin esperanza. La Paciencia y la Confianza son lo más importante. Esta confianza interna, llevara a una confianza personal. El profesor lo tenemos con nosotros es Orí, la divinidad personal de alguien y la memoria hereditaria.”

“En Ogbè Osé, Ifá recomienda a los seguidores que sean pacientes acerca de la vida. Los devotos de Ifá deben de tener y saber que al final de un túnel oscuro, existe la luz. Ifá también recalca que sus devotos perseveren porque en los tiempos difíciles no son por siempre. Siempre la paciencia debe ser usada por el hombre desde su casa espiritual o sea en su interior, debe ser administrado por el carácter”

Àse, salud y larga a vida a mi Bàbá Ifá, Fá’leri Áwódí Òkè y que por siempre sea colmado de bendiciones, bienestar y gbogbo Iré por parte de Olódùmarè, Odùdúwà, Òrúnmìlà, Èsù Elégbà (mi Òrìsà regente) y todos los Òrìsà del amplio y rico Universo Yorùbá, del Mundo!! (Q.: L.: H.: )


“Otító O'dodo”
Hablar bien y con la Verdad

Para nosotros Ifá es la verdad. Es a través de Ifá que Olódùmarè nos guía para tener una vivir en perfecta armonía y equilibrio con toda la existencia.

Ifá le enseña al hombre lo que es bueno y lo que es malo, lo que debe adquirir y lo que debe alejar de sí para su mejor desarrollo intelectual y espiritual.

Viviendo en mundo, muchas veces, lleno de ilusiones y obstáculos creados por nosotros mismos, nos es difícil discernir entre lo que puramente verdadero y lo que no lo es.

Ifá posee el conocimiento, la sabiduría y el entendimiento, es a Òrúnmìlà y a sus enseñanzas a quien debemos apegarnos y a quien debemos buscar en todo momento de nuestras vidas para que la verdad nos sea revelada y dejar las ilusiones y espejismos que nos impiden desarrollarnos física, mental y espiritualmente en un mundo cada día mas avanzado y por ende mas complicado.

Recordemos siempre las leyes morales universales reveladas en el Odù Ìká Òfún, leyes aplicables a todo ser humano sin distinción de procedencia, color, credo, raza:

- no ser falsos
- no mentirnos
- no ser inmorales
- respetar a los demás
- ser tolerantes
- superarnos
- contribuir al mejor desarrollo, avance y evolución de nosotros mismos, de nuestros hermanos y nuestra sociedad.

Es así, llevando siempre esta bandera por delante, que un hombre se realiza en la Verdad Absoluta y su espíritu asciende a niveles de Sabiduría y Compresión superiores a los de sus vecinos y demás que no se esmeran en la autorrealización y superación personal, intelectual y espiritual.


“Olódùmarè ni Idajo”
El Juicio está en las manos del Creador

Este último principio nos enseña literalmente que sólo Olódùmarè tiene la potestad para Juzgar sin ser juzgado.

Nosotros los humanos día a día nos esforzamos una y otra vez en juzgar y degradar a los demás simplemente porque muchas no compartimos y no coincidimos con su forma particular de ver la vida, con su manera de actuar, sus opiniones y puntos de vista.

Esto primeramente podría apreciarse como egoísmo, pues lo que se desearía es que todos pensaran y actuaran acorde a como Nosotros lo impongamos, ignorando que existe que un Libre Albedrío y Libertad de Pensamiento, Palabra y Acción.

Cuando un hombre Juzga a otro, está dando licencia al universo para que éste también los juzgue a él, y muchas aunque el propio juicio emitido hacia los demás sea favorecedor, el que hizo en contra nuestra puede no ser igual y hasta peor que el nuestro.

¿El por qué? Pues nos afanamos en buscar los defectos, fallos, errores y diferencias que existen entre los demás para con ello sustentar lo que a nuestro criterio son malas conductas que no coinciden que nuestra propia filosofía de vida y que por ende nos lleva a condenar a quien no la comparta.

Ifá es una religión que busca siempre la unión fraternal de los hombres, la reparación del mundo y su desarrollo, enseñando una doctrina de Tolerancia, Respeto mutuo, Hermandad, Sabiduría y Conciencia.

Ifá declara “El saber está repartido”, por eso todos aprendemos de todos en mayor o menor escala.

Ifá nos enseña a ver con ojos abiertos esos aspectos que cotidianamente consideramos simples y que hasta ignoramos, como lo es una hoja al caer del árbol, ésta irá al suelo, allí el aire vendrá y la hará rodar un número determinado de veces hasta que llegue al lugar indicado, luego esta hoja pasará a alimentar a los insectos que están en ese lugar y por ultimo se declara el máximo ideal: “Bendito es Olófin por haber hecho que esta hoja llegara a nosotros para alimentarnos y darnos abrigo, el Eterno Creador siempre Juzga de forma favorable y justa a quien diariamente demuestra una buena conducta en lo intimo y en lo social, y siempre confía, se regocija y alaba el Juicio de Olófin a pesar de lo difícil que puedan presentarse los tiempos”

Àború Àboyè!

La verdad es una... ¿o dos?


Un mundo ajetreado, que se mueve a mil por segundo….nuevas formas de vida surgen en cada momento, ideas mueren y dan vida a otras más potentes e innovadoras, creaciones dejan de existir y dan paso a una nueva obra…
¿Pero cómo es que todo ocurre todo esto? ¿Dónde está el hombre para presenciar cada paso que da la naturaleza, o más aún, cada paso que él mismo da?

Vivimos en una inercia voluntaria masiva, nos vemos haciendo y repitiendo acciones de forma mecánica diariamente como parte de nuestra rutina y ni siquiera nos detenemos un momento para meditar sobre ello e innovar, no nos tomamos un momento para recomenzar y romper la rutina.

Esto es lo que podemos esperar y lo que apreciamos de una sociedad secular, más sin embargo, ¿puede uno ser religioso y vivir a la marcha del mundo actual? O por el contrario ¿es nuestra religión la que necesita un toque de modernidad o reformismo para que se adecue a nuestros deseos materiales y caprichos del momento?

Ifá ha sobrevivido y enseñado a muchas generaciones durante muchos siglos y somos testigos de que la creencia en Ifá y la fe en Òrúnmìlà sigue intacta, más no así su Corpus o Cuerpo Literario, al cual con el pasar del tiempo y de acuerdo a las situaciones vividas por cada generación, se le han hecho añadiduras u omisiones de acuerdo a la interpretación personal o grupal, cosa que desde el punto de vista objetivo da como resultado muchas veces la confusión, discrepancia y hasta enfrentamientos entre personas, grupos y corrientes religiosas de diferente ideología.

El odù Ogbè Òdí declara: “El saber está repartido”

Cualquier persona hasta con un nivel de coeficiente intelectual bajo podría comprender esta frase y más aún ver un poco más allá, detrás de lo que se esconde en estas palabras sagradas de Ifá.
Algunos dirán “Sí es cierto, nadie es poseedor de la verdad absoluta” o alguien con una visión filosófica diría “claro, es mi derecho defender en lo que creo de acuerdo a la forma en que lo concibo” etc.

Pero ¿se han preguntado alguna vez si de verdad Ifá da paso a estas declaraciones desde el punto de vista objetivo?

La verdad absoluta es una y la posee Ifá y no el hombre, más un ejemplo de esa verdad pura, clara y hermosa es el hombre, la vegetación, los animales, las plantas, los mares, los ríos, el cielo, la tierra, la brisa, la luz, la oscuridad.

Cuando todos estos elementos se funden y se vuelven uno sólo, es allí donde se expresa esa verdad única, y esta se llama Ifá.
Ifá es la Sabiduría, el Entendimiento y la Comprensión.

Àború Àboyè!

No siempre será igual

“No siempre lloverá….no siempre la oscuridad será más que la luz…”

Pensamientos para crecer los hay todos los días, palabras de conforte escuchamos siempre, pequeños empujones tratamos de dar a otros y amor y cariño anhelamos recibir….

Por más difícil que se presenten las situaciones no debemos bajar la frente y doblar las rodillas en señal de derrota, lo más justo es llevar la frente en alto y la buena postura aún cuando hasta el ultimo hueso duela y cuando se sienta que se pierde la última gota de fe, pues es en esos momentos que nuestro intelecto y nuestra resistencia espiritual y física están a prueba por una Conciencia Superior in-entendible para la razón humana.

Ya lo han explicado nuestros sabios y mayores una y otra vez:
“La misión del hombre es aprender a ser persona, eso es lo que lo diferencia de los animales y no lo hace un animal más”

Ser persona, en un sentido análogo a la etimología de la palabra, es tener conciencia y discernimiento de las cosas, tanto palpables como intangibles y en última instancia buscar el bien común para su entorno y todo lo que lo conforma, siendo esto buscar el bien para sí mismo, espiritual, mental y físicamente, para su familia, su prójimo, el medio ambiente y demás elementos vitales. El Odù Òsá Wó (Capítulo de Ifá) nos enseña que “Todos somos importantes y conformamos una sociedad total”, por eso es deber aprender a ser personas, aprender a ser tolerantes, éticos, de moral incuestionable, ser libres de ataduras y prejuicios, y de buenas costumbres; cultivar la virtud de la Paciencia es clave primordial en este paso, pues el aprendizaje no siempre será fácil ni estará guiado de la mano por las situaciones que se presenten, no obstante por más adverso que parezca un momento, debemos recordar que no siempre será igual, está en nosotros la potestad de influir sobre ese lapso de tiempo, cambiar el suceso de las cosas y lograr que actúen a nuestro favor.

Dice Ìretè Untedí:
El carácter bueno facilita los acontecimientos de la vida.
Las riendas de su vida permanecerán en sus manos.
El carácter bueno es el que habilita la soga de la vida.
Para quedarse irrompible en la mano de uno.
Así lo declaró el Oráculo a Òrúnmìlà
Quién por medio del carácter bueno,
iba ha ganar la soga de la vida de los 401 Òrìsà.


Àború Àboyè!

Un llamado a la Unión

Àború Àboyè!

Una de las características de la “Santería” u “Regla de la Oosa” en nuestra tradición Cubana (digo nuestra por ser latino e iniciado en la misma), es la constante rivalidad que existe entre los Consultores o Adivinadores para saber quién sabe más que el otro y qué roles está autorizado a desempeñar en una ceremonia…. ¿Podría ésta rivalidad ser resultado de la falta de textos escritos y de una buena fuente?

Pues aun cuando no existe un texto del todo completo, Ifá rige la religión. Este es también un problema en las religiones con textos escritos. Todo lo que se escribe puede ser motivo de discusión dependiendo de la interpretación.

No habría tanto conflicto teniendo literatura oral, porque la tradición no es exacta aún cuando se ha tratado de que lo sea, ésta siempre tendrá pequeños cambios. Sin embargo, algo que está escrito no da lugar a que se le hagan cambios. Hay quienes tomarán el significado literal y otros le darán un significado más filosófico y verán un significado más profundo, aún así, será motivo de controversia. No obstante algo que no está escrito permite cierta intromisión, como en el caso de Ifá, te permite ser creativo para lo que un Bàbáláwo puede y no decir con sus propias palabras, pues Ifá inspira.

Algo que está escrito no puede modificarse con la propia interpretación, porque dicha interpretación se volvería dogmática y autoritaria, al mismo tiempo que se vuelve contenciosa porque surgen preguntas de cómo se debe interpretar, si de formal literal, idiomática, metafórica o simbólica.

El la cultura Yorùbá se mantiene hasta estos días la tradición Oral como medio de enseñanza religiosa a los futuros Sacerdotes y Sacerdotisas de Òrìsà e Ifá.
Esto debido a que en situaciones históricas en las antiguas sociedades no se conocía la escritura y como medio de transmisión y guarda de la sabiduría, se pasaba ésta de forma oral de los mayores a los recién iniciados, manteniéndose éstos siempre fieles a las claras palabras y enseñanzas adquiridas.

Ifá, cuyo Corpus Literario y forma de marcar es binaria, permite dentro de su enseñanza e interpretación, como se mencionó anteriormente, la subjetividad a la hora de interpretar, pues es allí donde se muestra el Àse del Bàbáláwo y el punto de inspiración que provee Èlà-Òrúnmìlà.
Ahora bien, con esto no se quiere decir que no hagan falta los textos escritos o tratados con los que nos contamos hoy en día, pues muy al contrario, sirven estos como base de estudio y formación a muchos recién iniciados que se forman en las bases del conocimiento de los Odù y los diferentes aspectos en los cuales estos influyen.
Pero a su vez estos libros son escritos de la mano de uno o de un grupo de personas que si bien se mantienen fieles a un texto base, le hacen añadiduras de acuerdo con sus experiencias en el campo de esta ciencia.

En parte es muy buena esta labor, puesto que cada día hay más conocimiento y sabiduría al alcance de aquel que se empieza a formar, pero también tiene una parte negativa, y esta es la constante confusión que surge a la hora de la interpretación y repartición de roles dentro de una ceremonia. Con esto me refiero a las constantes restricciones aplicadas a la mujer, a los àlejò y hasta a los mismos Sacerdotes de Òrìsà y de Ifá.
Como claro ejemplo pongo algunos casos, y no con la intención de crear polémica, sino meramente con la intención de informar y avisar a los mayores de esta religión y a sus practicantes, hacia el punto al que estamos llegando y cuánto nos apartamos cada vez más de la tradición original de nuestros ancestros en tierra Yorùbá:

*La restricción de la mujer de estudiar Ifá e interpretarlo.
*La restricción de los Omofá o iniciados en Owófákan de estudiar Ifá.
*La restricción de los Omofá de no poder ofrecer Obì a sus Òrìsà y depender total y completamente de sus padrinos, siendo este un hecho de comercio!
*La restricción de que el Awo que no tenga Òrìsà Asentado no pueda estar dentro del cuarto de santo por mandato del Oríaté.
*Los famosos Santos que se hacen con “Oro”, sosteniendo firmemente que “siempre se ha hecho así y que no hay otra forma”
*La restricción de que cualquier persona que no tenga Òrìsà asentado no pueda participar de ciertas ceremonias, creando muchas veces falsos tabúes.

Y así otros casos más que los mayores sabrán y tendrán en cuenta.

Conforme el siglo XXI marcha a pasos agigantados, parece que nuestra capacidad de estudio, análisis e investigación va decreciendo, pues son cada vez más los casos de personas que son estafadas, de personas que dejan la religión por no encontrar la estabilidad que buscaban, son más las personas que dejan la religión porque sus mayores no les enseñaron los puntos filosóficos y teológicos que moldean nuestra creencia y sólo se enfocaban en enseñar a “brujear” y eso del “ojo por ojo, diente por diente”, etc.

Hermanos, dijeron los Sabios con bendita memoria: “El pueblo que olvida su pasado está condenado a repetirlo”

Recordemos que descendemos de Reyes, de Linajes Ancestrales portadores de infinita riqueza espiritual, guerrera y material, que descendemos de la cuna de Sabiduría, que somos Yorùbá, retomemos y revivamos la unificación de nuestro Pueblo, de nuestras costumbres, nuestra creencia y nuestras filosofías, pues es sólo ésta la manera por la cual haremos verdadero homenaje a nuestros antepasados que sufrieron y dieron su vida por lo que nosotros somos hoy: Su Descendencia!!

Es esta la única manera de que la esclavitud no se vuelva a repetir, y no hablo de una esclavitud física y dolora, sino de una esclavitud mental, la cual hará presa a todos aquellos que no se enfoquen en la unificación, reconstrucción y revivencia de nuestras tradiciones, será una esclavitud cuyas cadenas solo estarán en capacidad de ser abolidas por nosotros mismos, y eso será sólo de acuerdo a nuestros grados de conocimientos y de verdadera práctica religiosa, Fe en Ifá, los Òrìsà y Olódùmarè.

Ogbó ató!

Àború, Aboye, Àbosíse. (Su significado).

a que "algunos" se llenan de tanto misterio y dan rodeos y vueltas a las cosas para esconder su ignorancia y volver todo un "tabú" para quien no sabe, me tomo el atrevimiento de responder la duda inicial de este tema.

Hay muchos versos de Ifá que nos enseñan sobre esto, trataré de aportar el significado literal y las diferentes formas de escribirlo, ya que hay contracciones en las palabras yorùbá y les citaré dos pequeñas historias por un adivino de Oyó, sobre estos nombres.

Àború, Àboyè, Àbosíse: es el saludo universal para todos los Bàbáláwo, es más apropiado si el Bàbáláwo está en el santuario de Ifá y está en el proceso de hacer el Ebó. Es también una forma de rendir respeto cuando estamos delante un Bàbáláwo mayor. También puede ser usado por el sacerdote y la sacerdotisa de Òrìsà o seguidores, y por seguidores de Ifá, para dar la bienvenida a un devoto de Ifá titulado.

Àború àboyè Àbosíse son las contracciones de las palabras: Kí EBó fin, kí ebó da, Kí ebó o se. Esto quiere decir (Mi sacrificio será autorizado, Mi sacrificio será aceptado, mi sacrificio se manifestara).

Un adivino de Oyó cita dos historias en donde estas invocaciones están personificadas como hijos de Ifá, en uno de ellos nos da una explicación muy simple del significado.

Òrúnmìlà fue acusado ante Òlódùmarè y tenía que responder a seis acusaciones hechas por las otras deidades. Antes de ir consultó a Ifá, quien le mandó a hacer sacrificio con un mono. Òrúnmìlà lo hizo. El fue disculpado de las acusaciones. Después de este incidente le nacieron tres hijos. El llamó al primero Fi-obo-ru (El mono se uso para el sacrificio), el segundo Fi-obo-ye (El mono fue usado para vivir) y el tercero lo llamo Fi-obo-sise (El mono se usa para llegar).

La segunda historia que recitó fue así:

Hubo un tiempo que a Òrúnmìlà se le marcó Ebó pero no tenia dinero para hacerlo, entonces fue donde sus hijos e Ìború le dió 2000 caracoles. Ìboyè le dió 2000 caracoles e Ìbosísé le dió otros 2000 caracoles. Con este dinero el compró la chiva, palomas y otras cosas necesarias para el Ebó.
Después de hecho el ebó, Òrúnmìlà invitó a mucha gente para que fueran a comer y los invitados lo congratularon por el festín digno de un rey, pero el les dijo: " no me lo agradezcan a mi sino a Ìború Ìboyè Ìbosísé.
En algunas partes de Tierra Yorùbá, la gente sigue hablando así. Ellos dicen, “Àború boyè, ibo chí ché”.
El dialecto conocido como Ònkò, no se limita solo a Ègbádo (región de Ngeria), sino a varias partes cerca.

“Àború boyè”, o “Àború boyè, bo sísé”.
Lo primero significa “que tus obras sean bendecidas y aceptadas”,
La segunda significa “que tus obras sean aceptadas”.

El saludo, ya sea "Àború Àboyè Àbosísé" en lengua yorùbá, o "Ìború Ìboyà Ìbosheshé" en lùkùmi, es igualmente válido y tiene igual significancia literal.

La respuesta de un Bàbáláwo es “Ogbó, ató, àsúre, Ìwòrìwòfún”, que significa, “que tengas una vida larga y saludable, recibe bendiciones de Ìwòrìwòfún”.
Ìwòrìwòfún” es un odù (Capítulo de Ifá). Ìwòrì a la derecha Òfún a la izquierda. Se usa este odù para bendecir a la gente. Al igual que usamos Òsétùúrá, especialmente para bendecir durante un sacrificio.

Òdábò

¿Qué es el Esentaye?

Àború Àboyè Àbosísé!

Esèntáyé es una ceremonia netamente oriunda de tierra yorùbá y solamente practica dentro del tradicionalismo nigeriano; cualquier práctica fuera de dicha tierra, sólo tendrá semejanzas ya que dicha ceremonia no llegó a América, y lo que vemos hoy en día en los países de la diáspora, como es la ceremonia de Isòmólórúkò (Ceremonia de Imposicion de nombre al niño) etc, son sólo variantes o cereminiales aprendidos por algunos viajeros a tierra yorùbá que la han implementado aquí entonces.

Esèntáiyé significa "poniendo los pies en la tierra", dándole conociento al mundo de que un nuevo ser humano ha llegado e inmediatamente recurre a Òrúnmìlà para que le revele su destino, confirmando, reconociendo y elogiando a Òrúnmìlà como el Elérìí Ìpín (Testigo y Remediador de todo Destino) y por ende que desde su temprana llegada al mundo le manifieste Ifá cuál fue la condición en la que vino al mundo y que caminos, ebó y sacrficios deberá hacer y tomar para alinear su Orí desde este momento.

Eso es muy por encima y a manera general, pero en sí es una cereminia muy bonita y significativa que demuestra la Fe que el pueblo yorùbá tiene en Ifá y en los Òrìsà.

Òdábò!

¿Qué significa "Omó"?

Àború Àboyè Àbosísé


Uniendome al tema, tambien quisiera dar un pequeño aporte.
En la lengua yorùbá no se hace distinción o no se tiene sentido alguno del género o el sexo. Sólo en el contexto de un escrito u oración es que uno podrá darse cuenta a quién iría referido, si es el caso de un hombre de una mujer.

La palabra Omó significa hijo/hija, y se usa indistintamente si la persona es hombre o mujer.
Para entender mejor citemos un ejemplo:
Ìwo nì omó òrìsà àti iyá omó èja
Tu eres hija de Òrìsà y madre de los peces
(vemos o distinguimos que se refiere a una mujer cuando vemos dentro del contexto gramatical la palabra iyá como dando una descripción al sujeto)

Otro ejemplo sería:

Èmi nì omó òrìsà àti Awo Orò
Yo soy hijo de Òrìsà y Sacerdote de Orò
(Se sabe que en esta oración el sujeto es masculino ya que dentro del contexto se menciona que pertecene al culto de Orò, el cual es sólo para hombres)

Por otro lado la palabra Oní, que es comumente usada para denomiar a los hijos de Sàngó al igual que a los de Iyemòja, tiene varios significados.
Oní significa "ser poseedor de, tener". La palabra no significa exactamente "Rey" como muchos lo interpretan.
Para algunos significa "Rey" por el hecho que esta palabra es asociada con Sàngó y con Iyemòja, los cuales dentro de la Tradición y Creencia Yorùbá Cubana son vistos y venerados comos Reyes.

Entonces la palabra correcta para "Rey" sería Obá, y para dar un ejemplo de esto, mucho en nuestros oríkì u rezos decimos:
"A júbà Òrúnmìlà, obá àwon obá"

Respetos y pleitesía a Òrúnmìlà, Rey de Reyes.

La lengua yorùbá es muy interesante, rica y llena de enseñanzas y misterios escondidos detrás de sus palabras, elisiones, acentos y pronunciación.

Òdábò!

Pertenecer a la Fe Yorùbá


Àború Àboyè Àbosísé!

Eríwo yà, Eríwo yà, Eríwo yà.
Àyàgbó Àyàtó Àyàmu Àyàje Eríwo Osìn-ín pé.
Éèpà Ifá – Éèpàrìpà Ifá



¿Qué distingue a un Abòrìsà (venerador de Òrìsà) del resto de los feligreses y seguidores de otras religiones?

Alguien primeramente podría decir que se distingue por sus collares, pulseras, su singular modo de vestimenta, en fin, por toda su apariencia externa.
Otro podría decir que además de la apariencia externa, lo que lo distingue indudablemente es pertenecer a una religión de origen africano en la cual no todos llegan a ostentar el título de Sacerdote si no es por medio del propio esfuerzo y el auto sacrificio.
Ambas opiniones son válidas, puesto que es el punto de vista de varias personas, y eso primeramente, como deber universal y derecho humano proclamado, debe ser respetado y defendido.
Pero fundiendo esas declaraciones, en sí, ¿qué es lo que verdaderamente nos hace diferente al resto de las demás religiones y practicantes? ¿Dónde reside la realeza de nuestra religión?

Primeramente hay que decir y dejar por sentada una gran verdad, y es que nuestra religión no es un sistema que parte de la arrogancia del ser humano. Es una religión donde cada elemento de la naturaleza, sea planta, animal, humano, son vistos de la misma de forma como parte integral de un todo.
Todos coexistimos en Ayé de igual manera y no tenemos la premisa de ser mejores que nadie. Incluso nosotros damos nuestros respetos a elementos de la naturaleza (montañas, ríos, playas, bosques, etc) por las fuerzas que contienen y por lo que representan. Es un modo de vida en el que el mundo y el entorno que nos rodea es visto de esta forma.

No tenemos la creencia errónea de que el mundo se hizo para que el hombre satisfaga cada una de sus necesidades explotando descabelladamente los recursos naturales ni abusando de las demás especies, como muchos han manifestado a lo largo de la historia universal. No es por darle un sentido panteísta al asunto, sino que en nuestra tradición, cultura y religión el hombre es consciente y respetuoso de sus acciones, de su entorno y de los seres que lo rodean.
No por el gusto en África Occidental a la tradición de Òrìsà e Ifá se le llama comúnmente “Fe Indígena Tradicional del Pueblo Yorùbá”.
Se llama “Indígena” porque es un nombre dado por las nuevas generaciones que se alejaron de todo lo que la cultura de sus ancestros les legó, porque se revelaron contra todas esas enseñanzas antiguas al no encontrar el verdadero significado tanto teológico como filosófico y haber sido asimilados por sistemas seculares, en donde la modernidad, el colonialismo y el materialismo son de primera importancia para el ser humano, y entonces las conductas legadas por los ancestros y sus modos de vidas son considerados anticuados... ¿eso es razón para etiquetar algo como "Indígena"?

La tradición, cultura y fe Yorùbá, bajo grandes circunstancias y padecimientos, llegó a América con los negros esclavos quienes venían o eran procedentes de diversos sitios del África Occidental o del mismo África en general. Algunos procedían de Nigeria, otros Benin, algunos de Togo, otros del Congo, y así, y cada grupo llevó consigo su más preciada pertenencia: Su Religión!!
Es estos emigrantes forzados (como los llamo yo), una vez llegaron a América, claro en calidad de esclavos, pudieron muy bien adoptar el sistema de vida esclavista y quizás con rapidez la esclavitud hubiese cesado, pero muy al contrario, ellos decidieron luchar contra toda clase de pruebas, situaciones y riesgos para sobre guardar y legar a sus futuras generaciones tan preciado tesoro como era su religión. Al fin y al cabo ellos pensaron que toda la riqueza que el esclavista poseía, ni tanto era parecida a la riqueza espiritual y cultural que ellos poseían y de las cuales venían.

Entonces se repite la pregunta ¿qué nos distingue como religiosos, de los demás pueblos y las demás creencias?
La gran diferencia radica en que venimos de una religión con inicios ancestrales, una religión de miles de años de antigüedad y que con el pasar del tiempo no hizo sino enriquecerse más y ser modelo de vida para todos sus creyentes. Y no ha pasado así con otros pueblo, grupos o sectas que han surgido, pues se desvanecen porque no poseen los sistemas básicos por los cuales deben regirse todos los hombres.

Uno de los pilares de nuestra Fe, y es al arma principal, es el Ìwà Pèlé (El buen Carácter).
Un religioso yorùbá no se distingue sólo por la usanza externa ni por los medios que frecuente, sino por su verdadero don de gente, por su Fe inalterable e inquebrantable en los Òrìsà y la rectitud, paciencia, dulzura y ética de su carácter.
Enseñemos al mundo algo más que portar collares y hacer solamente trabajos mágicos; enseñemos al mundo donde radica de verdad nuestro esplendor. Convirtámonos cada uno en verdaderos religiosos y embajadores de nuestra cultura donde sea que estemos, preocupémonos porque las nuevas generaciones retomen el sentido y valoricen lo que es pertenecer a Ifá y a Òrìsà.
Como mayores que una vez elegimos ser, enseñemos y eduquemos siempre de la mejor manera y mostrando al mundo la verdad, acabando así con falsos prejuicios y perjuicios en contra nuestra.
Enseñemos los verdaderos valores de la Fe Òrìsà y demostremos que todo esto va más allá de hacer baños, sacrificios o de trabajar en una esotérica.
Todos somos parte integral de una misma Fe y no debemos poner división ni barreras entre nosotros sólo por el hecho de pertenecer a la Santería, o al Candomblé, o al Ifá Cubano, o al Ifá y Òrìsà Nigeriano.

Ogbè Ìdín nos dice:
“Todos somos importantes y conformamos una sociedad general”
“El saber está repartido”

Por tanto unamos ese saber y demostremos a los demás pueblos qué es ser un verdadero devoto y religioso.

Òdábò!